El mar estaba calmo pero cuando tenia miedos e inseguridades, se empezaba a picar, y el cielo azul se ponía muy oscuro.
Ese lugar que yo creí tan ingenuamente lindo, nunca pensé que podía tornarse tan oscuro y duro.
En ese cielo yo podía agarrar y mover las estrellas, y si quería podía hacerlas explotar.
Entre esa gran tormenta que azotaba mi mundo, estabas vos, en el medio de ese mar.
Casi intacta, sentada en la canoa, me sonreías;
Y sin hablarte siquiera, te miraba y te decía todo lo que quería.
Cada uno crea su cielo y su infierno, pero creo que yo estaba
en mi infierno y ahí adentro estabas vos para crear mi cielo.
O ese era mi infierno y vos mi pedacito de cielo.
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