A veces me doy cuenta de que te cuesta dejarme ir, y se que a veces te das cuenta de que me cuesta soltarme de tu mano que me sostiene cuando en mi vida pierdo el equilibrio;
Es como si estuviera aprendiendo a caminar de nuevo mientras vos me sostenes para que no me caiga;
Siempre me ayudaste, me ayudaste inclusive cuando no te pedí ayuda, porque me conoces y con solo verme te das cuenta, escuchas los gritos que nadie escucha;
Varias veces mi almohada amaneció húmeda a causa de la distancia, porque estaba acostumbrada a tenerte todo el tiempo a mi lado, a tener esas charlas de siempre, a tenerte cuando te necesitaba;
Esta vez no podías escuchar mis gritos, pero
los sentías.
Muchas veces me di vuelta a escuchar tu voz,
y no estabas.
Ahora aprendí que por mas que estemos lejos
nos tenemos, y que yo siempre voy a estar para vos,
así como vos siempre estuviste para mi.
te amo es poco decir.
A mi mejor amiga/ mamá / y mi mas grande confidente.
Miedo, una de las peores emociones que un ser tiene la desgracia de sentir.
No cabe duda de que esta emoción es traicionera y a veces nos juega malas pasadas;
Ya que tener miedo aumenta las posibilidades de que lo que tememos ocurra, algo así como una especie de inercia;
Sentir miedo es sentirse pequeño e impotente.
Miedo es hermano de la impotencia y de la inseguridad, del rechazo y del sufrimiento;
Miedo suele combinar con la ridiculez, aunque sin dudas su mejor traje es lo desconocido, lo extraño; Aquello que no podemos ver o que solamente ignoramos;
Miedo es aquel que llega sin ser invitado y que si uno no lo echa corre el riesgo de que no se valla;
Miedo a veces no tiene lógica ni razón de ser, pero cuidado que a veces te puede enloquecer.
Mucho he caminado por este sendero espinado, las espinas duelen pero me las has sacado;
Fuerte es el viento y apenas puedo caminar, pero se que pronto te encontraré en algún lugar;
El silencio de tu misterio lo dice todo, el silencio no es ausencia ni abandono, a veces lo dice todo;
Dame lo que eres y te daré lo que soy, siénteme en el viento, en medio del vacío, abrázame y quítame este frío;
Bésame con tus dulces labios de miel una última vez, aunque sólo sea una vez al mes.
Me ahogo en tus ojos
y renazco en tu sonrisa,
muero en tus palabras,
vivo por tus besos, y me
pierdo en tu mirada;
Quererte no me cuesta nada.
